¿Sientes cierta curiosidad por el BDSM? ¿Quieres probar esta nueva experiencia y no sabes cómo hacerlo Con nuestra guía de iniciación en el BDSM descubrirás todo lo que necesitas saber para realizar una práctica sexual placentera y segura.
¿Qué es el BDSM?
Lo primero que tenemos que decir es que en el BDSM existen distintas intensidades y tú eres quién pone los límites; en cualquier caso, la intención es obtener placer.
EL BDSM engloba un conjunto de disciplinas con las que puedes experimentar durante tus encuentros sexuales; de esta forma, en cada sesión puedes practicar una variante o, si una te gusta más, centrarse en ella.
Lo primero que debemos hacer para comprender qué es el BDSM es conocer cada una de las disciplinas que se esconden detrás de sus letras:
- Bondage: viene del francés y significa esclavitud o cautiverio; esta práctica sexual se centra en la inmovilización de la otra persona, utilizando para ello cuerdas, arneses y esposas. A la hora de practicar esta disciplina es fundamental disponer de los juguetes BDSM adecuados para garantizar la sujeción de la pareja.
- Disciplina: normas y hábitos
- Dominación: una de las personas toma el control con la parte sumisa. Todo dominador necesita un sumiso y viceversa; en este caso, el estímulo se encuentra en esa voluntad de la otra persona de quedar a la merced del dominador.
- Sumisión: el sumiso lo que hace es cumplir los deseos y la voluntad del dominador.
- Sadismo: el placer y la satisfacción sexual se consiguen proporcionando sufrimiento físico/psíquico a otra persona.
- Masoquismo: la excitación se consigue a través del propio dolor físico/mental, con la humillación, la dominación y el sometimiento.
¿Qué implican estos juegos?
Lo primero que debes tener claro es que todas las prácticas BDSM deben ser voluntarias y consensuadas; a continuación te mostramos algunos beneficios que conseguiréis al realizar estos juegos:
- Confianza y entrega mutua.
- Hablar de tus fantasías y límites sexuales.
- Sinceridad.
Roles en el BDSM
Los roles en el BDSM son muy importantes porque indican el papel que desempeña cada miembro de la pareja durante el juego. Estos roles pueden intercambiarse, aunque es necesario definir cada uno de ellos:
- Rol dominante: toma la responsabilidad sobre el sumiso y actúa según su voluntad y deseo.
- Rol sumiso: queda a expensas de la voluntad del dominante y su papel se centra en obedecer y dejarse llevar. Además, el sumiso indica la intensidad, forma y nivel del juego.
- Switch: esta persona puede desarrollar ambos roles.
Pasos para iniciarte en el BDSM
Lo primero que debes saber a la hora de comenzar a practicar BDSM es que el juego tiene que ser sano, seguro y consensuado. A continuación te mostramos los pasos a seguir para iniciarte en el BDSM.
1. Infórmate y aprende
Nadie nace sabiendo; por eso, la mejor forma de conocer cómo es el BDSM es informándote y conociendo verdaderas historias y anécdotas que les haya ocurrido a otra persona que ya haya pasado por esta experiencia.
2. Elige un rol
Tienes que ser honesto/a contigo para saber el rol que quieres desempeñar en el juego; además, es una buena forma para explorar tus deseos, límites y preferencias.
3. Decide un nombre
Aunque parezca de película, es la mejor forma para saber que estás jugando y, de esta manera, separar las prácticas BDSM de la realidad.
4. Haz un contrato
Es esencial porque en él se recogen los límites, pactos y deseos acordados; además, se deben incluir los límites negociables y los infranqueables. De esta forma, todo queda claro y se garantiza el cumplimiento de ambas partes de no sobrepasar los límites.
5. Establece una palabra de seguridad
Lo mejor es que sea un término sencillo y fácil de recordar; su función es detener el juego de forma inmediata. Lo mejor es utilizar un color o una fruta, evitando los convencionales “para” o “detente”. En cualquier caso, si se utiliza la palabra de seguridad el juego debe detenerse inmediatamente.
6. Equípate
Cómo hemos dicho, los juguetes BDSM son imprescindibles para meterte en el papel y seguir el rol que has elegido; estos productos se caracterizan por estar pensados exclusivamente para estas prácticas sexuales, por lo que garantizan la seguridad de todos sus participantes.
7. Comienza poco a poco
Lo mejor es empezar poco a poco, para que el sumiso se vaya acostumbrando a estas nuevas prácticas sexuales. A la hora de proporcionar azotes, debéis encontrar el término medio donde no duela pero no sea demasiado flojo; en cambio, a la hora de las ataduras, lo mejor es empezar por nudos simples que sean fáciles de desatar.
8. Ten una solución de emergencia
Mejor prevenir que curar; por eso, no pasa nada por tener unas tijeras o un pequeño botiquín con alcohol y vendas siempre a mano, por si algo sale mal.
¿Qué necesitas para practicar BDSM?
¿Estás decidido/a a practicar BDSM? A continuación te mostramos algunas de las cualidades que necesitas para que esta práctica sexual sea perfecta.
1. Imaginación
La imaginación es imprescindible para practicar BDSM, ya que necesitas transformarte y meterte en tu rol durante la sesión. Es cierto que estos papeles pueden intercambiarse, aunque lo más habitual es que durante todo el juego asumas tu rol.
2. Mente abierta
Para poder iniciarte en el BDSM debes querer experimentar y probar cosas nuevas; el miedo lo único que va a hacer es que no disfrutes como debes. Piensa que vas a comenzar en el BDSM para pasarlo bien e ir más allá en tus encuentros sexuales de pareja; por eso, ten la mente abierta a la experimentación.
3. Confianza
Tiene que existir confianza plena entre ambas partes; esta es la única forma de que os dejéis llevar durante el juego y podáis obtener una experiencia sexual mucho más placentera.
4. Ganas
Todo en esta vida es cuestión de actitud y de las ganas que le pones; de nada sirve querer probar una disciplina BDSM si luego no le pones todas tus ganas para que la experiencia sea lo más placentera posible para ambos.
5. Complementos
Si, los juguetes eróticos son imprescindibles dentro de cualquier disciplina BDSM. Estos accesorios te ayudarán a construir tu rol y a cumplir los deseos de tu pareja. A continuación te mostramos algunos de los complementos BDSM que puedes adquirir en nuestra tienda online.
- Agarres y ataduras: son imprescindibles para mantener a uno de los miembros de la pareja atado durante la sesión. Algunas personas utilizan productos cotidianos, como una corbata, una cuerda o un trozo de tela suave, aunque lo mejor es apostar por aquellos complementos pensados exclusivamente para esta estas prácticas sexuales, como los que puedes adquirir en una tienda online especializada como la nuestra.
- Productos fetish: estos complementos están pensados para proporcionar un poco de dolor, siempre controlado, que permita conseguir un mayor placer. Destacan las máscaras, las pinzas para pezones o los productos de electroestimulación, entre otros.
- Azotadores y fustas: son los más conocidos por el público en general y, además, son una alternativa muy excitante para castigar a la persona sumisa.
- Kits BDSM: ideales para aquellas parejas que quieren iniciarse en las prácticas BDSM y no saben por dónde empezar.
- Otros productos: si quieres subir aún más el nivel, en nuestra web puedes encontrar accesorios más avanzados, como los columpios eróticos, la ropa BDSM o las máquinas de sexo, entre otros.
Mitos sobre el BDSM
¿Quién no ha oído alguna vez que el BDSM roza el maltrato físico? Esta práctica sexual lleva practicándose desde hace siglos, aunque cada vez es más habitual ya que cada vez son más las personas que desean descubrir nuevas sensaciones durante sus encuentros sexuales.
A continuación te mostramos algunas creencias que son erróneas sobre el BDSM y que es necesario que tengas claras antes de iniciarte en el BDSM:
- Es una práctica para gente perversa: para nada. Las personas que practican BDSM no tienen ningún trauma ni ninguna enfermedad mental, lo único que quieren es descubrir sus límites en el sexo y descubrir experiencias nuevas.
- Es una práctica abusiva: NO. Todo lo que se realiza durante las sesiones se habla y decide antes, para evitar situaciones incómodas; además, se establece una palabra de seguridad para que nadie haga algo que no quiere.
- Se puede extrapolar a todas las facetas de la vida: tampoco es correcto. Lo más habitual es que el BDSM se lleve a cabo durante un período de tiempo determinado, el que viene establecido durante una sesión. Estos roles no se ejercerán en otros ámbitos de la vida cotidiana, a no ser que se hayan establecido con anterioridad como parte del juego.
El bondage: la mejor forma de iniciarte en el BDSM
¿Quieres iniciarte en el BDSM pero no sabes con qué disciplina comenzar? Lo primero que debes saber es que todas ellas tienen distintos niveles, pudiendo comenzar por algunos más suaves e ir subiendo si ambos miembros de la pareja estáis cómodos y preparados.
El objetivo del BDSM es obtener placer; por eso, si algo no te gusta a la primera puedes ir cambiando hasta encontrar lo que realmente te excita. En cualquier caso, si quieres iniciarte en este mundo, lo mejor es empezar con el Bondage.
Esta disciplina engloba todas las prácticas que están relacionadas con la inmovilización. El bondage consiste en el arte de atar una parte del cuerpo del sumiso/a o rodearlo completamente con ataduras ¿Quién no ha atado al cabecero de la cama a su pareja con unas esposas? Sin saberlo, ya te estabas introduciendo en estos juegos sexuales.
Consejos para principiantes
A continuación te damos algunos consejos para principiantes en el bondage:
- Practícalo con alguien de confianza: aunque puedes hacerlo con quien quieras, lo mejor es empezar con alguien en quien confíes y con quien te sientas seguro, para que puedas disfrutar de esta experiencia.
- Elige tu rol: antes de empezar habla con tu pareja cuál va a ser el rol de cada uno: quien ata o la persona atada.
- Habla de lo que que quieres hacer y lo que no: establece los límites, lo que quieres hacer y qué no estás dispuesto/a a hacer.
- Comienza con nudos sencillos: es posible que te agobies las primeras veces que atas a tu pareja; por eso, lo mejor es empezar por nudos más flojos y sencillos, para que la otra persona se pueda desatar o liberar si lo necesita en cualquier momento. Para empezar, lo mejor es empezar atando las manos y los pies.
- Prueba posturas nuevas: empieza por posturas más sencillas para disfrutar del bondage y, cuando vayas teniendo más confianza, incorpora otras más complejas.
- Siempre con seguridad: cualquier práctica sexual, incluido el bondage, debe hacerse de forma segura, sensata y consensuada. Lo más importante es disfrutar del sexo, pero sin dañar a nadie.
- La importancia del aftercare: se trata del conjunto de cuidados que deben realizarse tras una sesión de BDSM. Estas técnicas dependen de la intensidad del encuentro y, en todo momento, se realizan para recuperar el desgaste físico y emocional. Para ello, debes quitar todos los objetos que has utilizado durante el bondage y estar vestidos; después, tenéis que hablar sobre cómo ha sido el encuentra, qué os ha gustado y qué no.
Tipos de nudos
A continuación te mostramos los principales tipos de nudos que puedes hacer durante el bondage, desde los más sencillo hasta los que parecen imposibles; de esta forma, puedes atar a tu pareja de una forma impresionante y novedosa.
- Espiral: se utiliza una cuerda y lo que se hace es cogerla por medio y dar cuatro vueltas hacia dentro con los dedos. La figura será similar a la de unas orejas y, después, tienes que juntarlas e introducir el lazo en las muñecas o los tobillos de tu pareja. Además, es ideal para usarlo en una silla o en la cama.
- Mariposa: lo que se hace es coger la parte central de la cuerda y, con la mano derecha, introducir uno de los extremos por dentro, haciendo lo mismo con el otro lado; de esta forma, se forman dos círculos que tienen que juntarse en forma de corazón y debes estirarlos hacia fuera, en dirección contraria.
- Esposas: tienes que hacer dos círculos iguales a los del nudo de mariposa; después, los juntas en forma de corazón y estiras hacia fuera, en dirección contraria. Son ideales para utilizar como esposas y atar las manos o los tobillos.
- Presilla: sería el nudo cowboy. Para hacerlo, tienes que coger una cuerda por medio y dar una vuelta con cada mano hacia dentro; después, junta las dos partes redondas, creando un lazo. Puedes utilizarlo como base para atar la cuerda a la cama.
- Ballestrinque: tienes que doblar la cuerda por la mitad y pasarla por la pata de la cama. A continuación, tienes que juntar los cabos sueltos, dar dos vueltas y estirar, haciendo el nudo.
Posturas más complejas
Estos serían los nudos más sencillos que puedes hacer; cuando ya los tengas, puedes comenzar a practicar con otras posturas más complejas:
- Rana: esta postura, también conocida como Frogtie, consiste en que la persona sumisa se tumba boca arriba y dobla las rodillas hasta que llega a tocar el suelo con ellas, simulando la posición de mariposa. El dominador lo que hace es atacar sus muslos y manos utilizando dos nudos mariposa.
- Bola: ideal para el sexo anal. Lo que se hace es formar una bola con el cuerpo, sentándote doblando las rodillas y apoyando el culo en los pies; de esta forma, el cuerpo va hacia delante, inclinado y cerca del suelo. Por el contrario, las manos están en la espalda y los codos atacados con un nudo de esposas. En esta postura, el dominador tiene que vigilar que el sumiso no tenga demasiado presionado el abdomen.
- Silla del rey o de la reina: el sumiso está esposado en el respaldo de la silla, utilizando un nudo esposa para atacar las muñecas o la espalda. Si lo deseas, puedes taparle los ojos y subir aún más la intensidad del encuentro.
- Cerdito: el sumiso se tumba en el suelo o en la cama boca abajo mientras las manos y las piernas están flexionadas hacia arriba; se atan los nudos a las muñecas por detrás de la espalda, de forma que el sumiso no ve nada de lo que hace su pareja.
- Atadura Shinku: tienes que pasar la cuerda por la parte inferior del pecho de tu pareja y atarla utilizando un nudo presilla; después, tienes que dar otra vuelta y pasar los extremos por el medio del otro lazo. A continuación tienes que pasar la cuerda por delante del cuello y dejarla caer, pasando los extremos por cada lado del pecho y atarlos por debajo.
- Atadura Sakuranbo: se trata de una atadura erótica similar a una vestimenta, ideal para iniciarte en las prácticas bondage. Para hacerla, tiene que hacer un nudo presilla en la cadera, similar a un cinturón. Cada extremo lo tienes que pasar por debajo de los genitales y atarlo al cinturón por detrás; para finalizar ,puedes hacer dos nudos mariposa en los muslos y enlazarlos con el cinturón.
Cuidado con los maltratadores
Uno de los principales miedos a la hora de practicar BDSM es encontrarte con un/a dominador/a maltratador/a; es decir, una persona que lo único que busca es su satisfacer sus propios deseos y que no te pregunta sobre tus límites o tus gustos.
Es importante tener presente que en las prácticas BDSM no se obliga a nadie; quién lo hace es porque desea experimentar, pero estableciendo unos límites para poder hacerlo de forma segura y satisfactoria.
En definitiva, para poder iniciarte en el BDSM debes tener confianza en tu pareja y establecer una comunicación efectiva para poder tener claros cuáles son los límites. Ahora que ya lo sabes todo sobre el BDSM, ¿a qué esperas para comenzar a introducirlos durante tus relaciones sexuales?