Seguro que, en algún momento, has oído hablar del punto G y de la importancia de localizarlo y estimularlo para alcanzar los orgasmos más maravillosos; por eso, en esta guía te contamos todo lo que debes saber sobre el punto de placer más famoso y placentero.

¿Qué es el punto G?

El punto Gräfenberg, más conocido como punto G, es uno de los puntos eróticos del cuerpo de la mujer; aunque no es un sitio específico, el cuerpo femenino dispone de múltiples lugares erógenos, este recibe su nombre por el apellido del doctor Gräfenberg, ya que fue el primero que habló de él, en 1944.

El punto g es una zona de la pared vaginal frontal, en el área del ombligo, situada a una distancia de entre 6 y 12 centímetros debajo de la uretra; la zona G suele coincidir con la prolongación del final del clítoris, por lo que es especialmente sensible. En otras palabras, si la vagina fuera un reloj de aguja, el punto G se encontraría a las 12 en punto.

Cómo encontrarlo

Ahora que ya sabes qué es y dónde se encuentra el punto G debes saber localizarlo y estimularlo; para ello, lo mejor es que la chica se tumbe boca arriba lo más relajada posible. Después, su pareja, o ella misma, debe introducir los dedos índice y corazón en la vagina.

Si es la pareja quién va a descubrir dónde está el punto G, lo mejor es que introduzca estos dos dedos y los curve hacia arriba, como si estuviera indicando a alguien que se acerque con las manos. En cualquier caso, debes tener en cuenta tres aspectos clave para comprobar que estás en la zona adecuada:

  • Textura diferente al resto de la pared: esta zona es menos lisa y más rugosa.
  • Ganas de ir al baño: cuando frotes esta zona debes sentir como si tuvieras ganas de orinar.
  • Hinchazón: cuando la estimulas, la zona comienza a hincharse y endurecerse por el flujo sanguíneo.

Formas de estimular el punto G

A la hora de estimular el punto G es importante que estés tranquila y te tomes el tiempo necesario, algunas mujeres sienten una agradable sensación desde el principio y otras, en cambio, lo consiguen con el paso del tiempo.

Aspectos a tener en cuenta

Lo primero que debes tener en cuenta para conseguir estimular el punto G es que tienes que estar relajada, ya que si te obsesionas con intentar lograrlo lo más probable es que obtengas el efecto contrario al placer. También es posible que sientas una sensación de querer orinar; esto indica que estás cerca de tener una eyaculación femenina.

Para evitar que pienses que tienes ganas de orinar, lo mejor es que vacíes la vejiga antes del encuentro sexual; de esta forma, cuando sientas esa sensación lo único que te importará será continuar disfrutando. Del mismo modo, el punto G es el responsable del squirting, ya que su estimulación extiende el placer por todo el aparato genital femenino.

Por otro lado, es importante que tengas en cuenta que el punto G es una zona sensible y que requiere una estimulación precisa, por lo que no influye el tipo de pene o el tamaño de los juguetes eróticos.

Consejos para estimular el punto G

A continuación te traemos unos consejos que te pueden ayudar a estimular el punto G femenino:

  • Localiza el punto G: para ello, lo mejor es que introduzcas el dedo en la vagina, a unos 4 o 5 centímetros, y localices una zona rugosa.
  • Estimula el clítoris: esto puede ayudar a aumentar la sensibilidad del punto G y detectar su localización; lo ideal es realizar movimientos lentos y circulares con la lengua o el dedo, hasta que sientas que la excitación es elevada.
  • Mueve los dedos: lo mejor es poner los dedos en forma de gancho, o C, y mover las yemas arriba y abajo, también en sentido circular, de forma intermitente.
  • Prueba distintas posturas: cada mujer es un mundo; por ello, lo mejor es ir probando diferentes experiencias para ver cuál permite el acceso más preciso a esta zona.
  • Utiliza juguetes eróticos: el punto G se puede estimular con los dedos, con el miembro viril erecto o con los productos sexuales; en la actualidad, existe una amplia variedad de juguetes pensados para estimular el punto G. 
  • Presiona con suavidad: algunas mujeres sienten placer cuando se masajea el punto G y otras cuando se presiona; en este último caso, debe tratarse de una presión suave, sin dolor, con uno o dos dedos. Además, es recomendable que, mientras se realiza dicha presión, se estimule el clítoris con la lengua.

Juguetes eróticos para el punto G

En la actualidad, existe una amplia variedad de juguetes eróticos que te ayudarán a descubrir sensaciones nuevas y estimular distintas partes de tu anatomía; a continuación te mostramos cuáles son los más recomendables para el punto G:

  • Vibradores punto G: destacan por disponer de un extremo curvado y texturas irregulares, para alcanzar con facilidad esta zona de la pared vaginal. 
  • Vibradores doble estimulación: los más recomendables son los conejitos rampantes, ya que permiten la estimulación del punto G y del clítoris.
  • Consoladores punto G: destacan por garantizan la estimulación del punto G sin necesidad de recurrir a la vibración; una de sus principales características es que tienen una curvatura especial, para llegar a zonas más difíciles.

Mejores posturas

La mayoría de las mujeres desean descubrir y estimular su punto G ya que es más fácil alcanzar el orgasmo; en cualquier caso, lo mejor es combinar la estimulación del punto G y el clítoris, con juguetes eróticos y posturas que favorecen el acceso del pene a esta zona.

Lo más recomendable es apostar por las posturas en las que el hombre se sitúa detrás, ya que tiene un mayor alcance de la parte anterior de la vagina. A continuación te mostramos cuáles son las mejores posturas para estimular el punto G femenino:

  • Profunda: la mujer se sitúa boca arriba, con las piernas apoyadas en los hombros del hombre, mientras él se coloca de cuclillas o de pie; lo mejor es que la mujer suba un poco la pelvis o, si no es posible, colocar una almohada debajo del coxis. De esta forma, el pene dará justo en el punto G.
  • Trasera profunda: ambos se encuentran tumbados boca abajo, el hombre encima y penetrando a la mujer desde atrás; en esta postura, ella debe juntar las piernas y subir la pelvis, consiguiendo un mayor impacto en el punto G.
  • Exprimidor: similar a la anterior pero, en este caso, el hombre y la mujer están más erguidos; lo mejor es buscar un ángulo que permita la estimulación del punto G y, al mismo tiempo, se sienta una mayor presión en el pene.
  • Perrito: permite una penetración profunda y es más fácil variar el ángulo hasta localizar el punto G. Lo más recomendable es comenzar con la mujer sobre sus manos y rodillas, con la pareja detrás; durante la penetración, lo mejor es que ella intente recostarse sobre los antebrazos o empuje las caderas hacia atrás, lo que permite un cambio de ángulo.

Cómo ves, existen distintas posturas que te permiten estimular el punto G femenino; no te olvides de anotarlas todas e ir probando hasta descubrir con cuál consigues obtener más placer y cuál te hace alcanzar los mejores orgasmos.

Cómo estimular el punto G masculino

Aunque no exista como tal el punto G masculino, se denomina punto P al tratarse de la zona cercana a la próstata, también se puede estimular, a través del ano, para conseguir un orgasmo más intenso y potente.

El punto P masculino es una zona llena de terminaciones nerviosas que, si se estimulan de forma adecuada, pueden provocar placer y excitación de forma inmediata; eso sí, la forma de alcanzar el orgasmo es más compleja.

Tips

A continuación te traemos unos consejos que te pueden ayudar a estimular el punto P masculino:

  • Comunicación: si la estimulación la realiza tu pareja, es fundamental que estés cómodo y que hables con la otra persona; debes indicarle si te gusta o te molesta lo que está haciendo.
  • Vacía el intestino: es importante que, antes de comenzar tus encuentros sexuales, vayas al baño y limpies la zona del recto; para ello, existen productos de limpieza íntima que te pueden ayudar.
  • Relajación: es fundamental que el ambiente sea relajado e íntimo, para favorecer la excitación y que el encuentro sea satisfactorio; para ello, te recomendamos que apuestes por música suave, velas o incienso, entre otros complementos.
  • Lubricación adecuada: es imprescindible que utilices lubricante anal; esta zona no lubrica por si sola, a diferencia de la vagina, por lo que es esencial que lo uses para que la experiencia sea placentera y evites el dolor.
  • Cuidado con las uñas: se trata de una zona sensible que puede dañarse con mucha facilidad; por ello, lo mejor es que evites las uñas largas que puedan provocar heridas.
  • Postura cómoda: escoge la posición en la que mejor te encuentres para llegar a esa zona.
  • Preliminares: los masajes alrededor del ano, con los dedos o la lengua, pueden ser muy placenteros; también es recomendable que dilates la zona con plugs anales.

En cualquier caso, localizar el punto G es posible y, en el caso de las mujeres, muchas consiguen hacerlo mediante la autoexploración. Es cierto que, en muchas ocasiones, esta estimulación es complicada porque la longitud de los dedos es demasiado corta; aun así, en la actualidad existen juguetes eróticos que te ayudarán con esta labor.

Lo fundamental es que no te obsesiones e intentes disfrutar de todos tus encuentros sexuales; en muchas ocasiones, prestar demasiada atención puede provocar el efecto contrario y, cuando te relajas, la estimulación del punto G llega sola.