CARLA Y EL BIKINI DE BUNNY

No quiero romper las normas. Mis principios son pasar , solo una noche, con todas las personas que me acueste. De este modo, me protejo del amor. Miedo, falta de ovarios. Las emociones limitan , te merman, te quitan la libertad y te hacen sufrir.

No quiero San Valentín ni hipotecas .Tampoco quiero lavar calzoncillos y bragas. No deseo ver cómo el tedio de la convivencia mata mi espíritu. No quiero sexo, y del malo, una vez al mes. Niños que lloran , colegios, obligaciones, cadenas , grilletes.

Lo siento , Dani. Si volvemos a follar, estoy acabada. Me veo en rulos , haciendo bizcochos, esperando que llegues del trabajo. Soy de esas a las que no les importa ser mantenidas por un hombre.

Ahora , por desgracia, tengo que trabajar en ese supermercado de mierda al que cualquier día prenderé fuego y, a su encargada, le meteré una buena traca , encendida , por ese culo de prepotente.

Algún día entenderé que las normas están para romperlas.

Y , si no lo haces , estás muerta, Carla.

Ayer fui a casa de Bunny. Ella, en realidad ,tiene otro nombre. Y , según el día, tiene varios.

Sus padres, montados en el euro , estaban de viaje.

Cuando llegué, me abrió la puerta en traje de baño. Concretamente, un bikini ,que apenas le tapaba nada. Una hoja de una parra hubiera sido más efectiva.

Me prestó un bañador de su madre ya que su talla me iba pequeña. No todas podemos tener un bonito cuerpo de adolescente.

Como te gustan los juegos acuáticos, Bunny.

Ya empezamos. Se baja las bragas del bikini. Los flotadores ya los lleva puestos. Benditos salvavidas.

Se agarra a las escaleras de la piscina, ya desnuda, con el culo en pompa.

No puedo evitarlo y le doy algunos azotes con mi palma de la mano, abierta.

La perra gime y ladra. Parece que le gusta. Y parecía tan modosita.

Sus pezones están tan duros. Podrían romper piñones.

Le voy a dejar el culo tan rojo como un suelo después de la fiesta de la Tomatina.

Carol Bosch

Instagram : @carolborschot

ILUSTRACIÓN: @svrojit