¿Quieres dar un giro inésperado a tus preliminares? Prueba con un buen masaje a los pies de tu pareja. Seguro que le sorprenderás y despertarás su curiosidad, disfruta viendo su emoción por un inicio tan diferente.

Un masaje en los pies nos proporcionará sensación de bienestar y relax, sobretodo al final del dia, pero además puede convertirse en un masaje erótico ya que en los pies están reflejadas las diferentes partes del cuerpo y podemos estimularlas indirectamente. Conoce con nosotros sobre qué puntos incidir y cómo lograr una mayor estimulación de esos puntos.

Consideraciones previas a un masaje erótico

En los pies se encuentran 15000 terminaciones nerviosas, así pues un masaje en los pies puede ser el preliminar perfecto para tu encuentro sexual. Tener éxito en tu masaje será muy sencillo con estas simples recomendaciones:

  • Es necesario un buen aceite de masaje, para dar ese toque extra de suavidad y de fluidez. Verás que fácil resulta, tus manos se deslizaran solas.
  • Hay unas zonas concretas que están más vinculadas al placer sexual ya que están en correspondencia con zonas erógenas, concretamente el talón y los tobillos. La planta del pie debe ser la última zona a estimular, ya que corremos el riesgo de provocar cosquillas desagradables que pueden arruinar nuestro masaje.
  • La presión que debes ejercer a lo largo del masaje dependerá de la sensibilidad y de las preferencias de tu pareja, desde unas caricias más suaves, hasta caricia firme e incluso leves pellizcos.

Prepara el ambiente

Estamos hablando de un masaje erótico, así pues vamos a intentar que el masaje  incite al erotismo con un ambiente  lo más sensual posible. Aquí tienes algunas ideas:

  • Luz ténue
  • Temperatura adecuada: La temperatura debe oscilar los 24 grados, para que os permita ir algo ligeros de ropa o desnudos.
  • Música relajante o sensual
  • Velas e incienso
  • Obviamente aceite, crema o un kit para masajes donde ya viene un poquito de todo.

¡Que empiece el masaje!

Hagamos la toma de contacto con el aceite o la crema para el masaje, untemos nuestras manos y apliquemos el aceite por la totalidad del pie, desde el tobillo a los dedos del pie.

Es una primera toma de contacto, así, debe ser general y firme. Empezaremos nuestro masaje por los talones. Primero deberemos hacer los movimientos en un pie, para después pasar al otro. Empecemos por unos masajes circulares con nuestros pulgares o nuestros nudillos, siempre en el sentido de las agujas del reloj.

Es importante que el pie se sienta “acogido” así pues, mientras realizas los movimientos circulares es importante que mantengas contacto con tu otra mano, bien para reforzar el masaje o bien para sostener el pie.Después de dedicar suficiente tiempo a cada pie, podemos pasar a realizar esos movimientos circulares a los tobillos.

Esto lo harás de manera más sencilla si sujetas el talón de tu pareja con una mano y realizas los movimientos circulares con los pulgares de la otra mano. Estos movimientos deben realizarse tanto por la cara externa como interna del tobillo, ya que ambas están relacionadas con nuestras zonas erógenas.

Ahora podemos pasar a estimular la planta de los pies. Con movimientos firmes, siempre de dentro hacia fuera y del talón hacia los dedos. Se puede realizar con la palma de tu mano, con tus nudillos o con los pulgares. Llegados a este punto, tu pareja debe sentirse ya deseosa de que completes tu masaje un poco más arriba…¡Adelante!

Nuestro consejo de Mundoerótico: No olvidemos que también podemos estimular con otras zonas de nuestro cuerpo. Si al masaje con tus manos le sumas besos y lametones, así como contacto con otras zonas de tu cuerpo, ¡volveras loca a tu pareja!