El bondage para principiantes es el comienzo por donde todos tenemos que ir hacia más si nos gustan este tipo de prácticas. Dentro de la categoría BDSM hay cantidad de opciones para que la experiencia sea algo que merezca la pena descubrir y los nudos, que junto con los collares captan toda nuestra atención, tiene bastante morbo.

Aprender a atar a una persona sin hacerle daño es parte del arte de aquellos que comienzan con esta especialidad. Los nudos, que forman la primera piedra de lo que llamamos sexo bondage, tienen una serie de pasos para que no nos confundamos y hagamos del encuentro un disfrute único tanto en nosotros como en el compañero.

¿Qué es el bondage para principiantes?

Bondage para principiantes o no, este tipo de práctica sexual se caracteriza por una serie de elementos que nada tienen que ver con el sexo tradicional o que está al alcance de todas las parejas: Natalia Guerrero, Psicoterapeuta sexual de la Clínica de Medical Sex Center, lo define así:

El bondage es una palabra de origen francés que significa esclavitud, pero en la sexualidad se utiliza para definir todas las prácticas que tienen que ver con inmovilizar a una persona y esto puede ser a través de cuerdas o de otros elementos. La suspensión es otra manera de mantener sujeto mientras éste esté en el aire. También se pueden usar cadenas, esposas o cualquier otra cosa que nos ayude a reducir a nuestro compañero

La especialista también habló de la cara B del bondage para principiantes dónde pensamos que es una parte del sadomasoquismo pero nada más lejos de la realidad. Considerado “práctica amiga” de éste, no infringe dolor sobre ninguno de los participantes pero sí debemos saber qué hacer para no lastimar al otro.

¿Cuáles son los nudos bondage para principiantes?

Al igual que con cualquier otra cosa con la que estamos empezando, el bondage para principiantes tiene sus pautas desde las que vamos aprendiendo cada día un poco más para los siguientes compañeros sexuales que tengamos. Los nudos, que siguen siendo lo que más gusta, comienzan por aquí:

Nudo espiral

Con un nudo simple que no tiene nada de complicación, la persona que está sujeta no se puede desatar de ninguna de las maneras. Aunque el instinto es estirar para lograr la libertad, por más que haga el intento no lo conseguirá. Esta primera práctica resulta tan precisa que no habrá que amarrar al sometido a ningún otro extremo.

Con el fin de inmovilizar a nuestra pareja sexual para que no se pueda mover, tenemos la oportunidad de atarla a la cama o simplemente dejarla quieta para que esté a la disposición que queramos. De la muñeca al cabecero (pudiendo escoger entre una o ambas dos) hacemos presión consiguiendo que “el esclavo” quede fijo.

Nudo mariposa

Dentro del manual de bondage para principiantes el nudo mariposa es ese que no aprieta pero nos hace pasar un gran rato. Válido tanto para las muñecas como para los tobillos, uno de sus puntos positivos es que no tenemos que atar el extremo libre a ningún otro objeto para que la sujeción sea exacta.

Clásico entre los clásicos, una de las posturas típicas de este nudo es colocar a nuestro amante con los brazos en la espalda para dejarlo a merced. De rodillas frente a la persona activa, puede arrastrarse con las rodillas y, si se pone de pie, incluso caminar. La situación, que puede llegar a ser muy excitante, no conlleva ningún tipo de dolor.

Nudo esposas

Como sustituto de las esposas tradicionales, este tipo de nudos también está entre los que más gusta del bondage. Para cualquier persona que está empezando y que necesita ir poco a poco para descubrir otros mundos del placer ésta puede ser una de las grandes favoritas en esos pequeños inicios.

Si lo que queremos es atar ambas manos al mismo tiempo, el nudo esposas es uno de los que mejor funciona. Tanto para colocar a alguien al nivel del techo como esa restrictiva forma de atar las manos a la espalda sin movilidad alguna, ha hecho del bondage para principiantes una forma de experimentar placer muy especial.

Nudo presilla

Si el nivel de excitación que tenemos no nos deja pensar, el nudo presilla es uno de los más rápidos y fáciles que tenemos en el manual. Rápidamente tendremos a nuestro amante sujeto y a la disposición que nos guste en ese momento. Sin dolor alguno pero ejerciendo la presión que necesitamos, el disfrute está más que asegurado.

A pesar de la sencillez que lo caracteriza éste es uno de los nudos más completos que tenemos en el bondage para principiantes. En forma de X podemos atar a nuestra pareja por los tobillos así como por las muñecas. Completamente inmóvil pero dispuesto para todos los juegos que le queramos hacer, son muchas las opciones que se presentan.

Ballestrinque

El conocido nudo para atar a la cama se llama Ballestrinque. Práctico para una experiencia de lo más completa, nos encontramos con una práctica sencilla que gusta a casi todos los que comienzan con esto de la sumisión. Hecho tanto para las muñecas como para los tobillos, son muchas las opciones de placer que puedes tener.

Beneficios del bondage ligero

Cualquier pareja que quiera experimentar con los juegos de dominación, tiene que empezar por el bondage para principiantes. Sin experiencia, aunque con los manuales adecuados sea mucho más sencillo de lo que parece, no podemos entrar desde el punto más alto puesto que tenemos que ir poco a poco.

El bondage ligero, que es el primer paso de todos los que vayamos a dar en el mundo de la sumisión se va perfeccionando de forma que con el tiempo tendremos una buena cantidad de práctica y opciones con las que podemos disfrutar al máximo. A continuación, te dejamos con una serie de beneficios:

Morbo sexual

La rutina hace que perdamos parte del interés que teníamos en el sexo por aquellos tiempos de inicio. Gracias a los juegos, sobre todo cuando se basan en atar a una persona para darle el máximo placer, tenemos la oportunidad de introducir el morbo basado en esa imaginación que se dispara cuando no sabemos qué va a ocurrir.

Probar cosas nuevas

Probar cosas nuevas en pareja es una de las experiencias más saludables que podemos vivir cuando ya estamos acostumbrados al otro. De repente nos encontramos con un abanico de opciones con las que podemos pasar al siguiente nivel del placer y vivir con la persona que queremos algo que ni siquiera nos habíamos planteado.

Subida de adrenalina constante

El hecho de estar atados sabiendo que no nos podemos mover puede provocar una subida de adrenalina de la que quedamos esclavizados. De un rato para otro esa libertad de la que éramos dueños ya no nos pertenece y debemos obedecer a nuestra pareja para que las cosas salgan bien.

Esto, lejos de pensar que nos puede angustiar o que nos va a dejar sin defensa alguna, activa el grado de excitación y nos dejamos llevar por las circunstancias. Estimulantes como pocas, esta práctica consigue que nos acerquemos de una manera muy diferente a la que ya estábamos acostumbrados con nuestra pareja.

Control sobre el amante

Cualquier situación de dominación sexual mientras ambas personas estén de acuerdo puede ser altamente excitante. Saber que tenemos al otro bajo nuestros dominios y que por más que lo intente no podrá separarse nos deja una cancha de juego bastante amplia para poner al descubierto nuestras fantasías. ¿A qué esperas para contarle la suya?

Abandonar los sentidos

Una vez que vemos la manera en que funciona nos dejamos llevar hasta el punto en que solo nos concentramos en esos momentos de placer. Llegar al clímax, sabiendo que es nuestra pareja la que está delante de nosotros, será la misión que no salga de nuestra cabeza hasta que finalmente consigamos llegar al orgasmo.

Sumar confianza en pareja

Si la confianza en pareja para cualquier cosa que se haga es una necesidad, cuando hablamos de bondage para principiantes mucho más. De repente estamos ante una experiencia completamente nueva de la que no tenemos porqué saber nada. Hablar con el otro sin tapujo alguno no solo nos ayudará en el proceso sino que fomentará la idea de comunicación en cualquier caso.

Consejos para practicar bondage para principiantes

Una vez que sabemos los nudos por los que debemos empezar y la cantidad de beneficios que el bondage para principiantes aporta a la salud, lo siguiente es saber cómo practicarlo o de qué forma ganaremos más placer. Al margen de las posturas y de estar al tanto de la seguridad sexual, hay otros puntos a tener en cuenta:

Comunicarse con el amante

De nada nos sirve fantasear con hacer juegos bondage si no hemos llegado a un acuerdo previo con la otra persona que va a participar. La comunicación, como para todo, es la base de cualquier mecanismo entre dos o más individuos que durante un tiempo X van a entregarse a la misma causa.

Cuerdas para hacer nudos

Si estamos hablando de hacer nudos necesitaremos algo con lo que atar a la persona que va a hacer de sumiso. Las cuerdas, que tienen que ser específicas para las prácticas bondage, se pueden encontrar en sex shop o cualquier tienda especializada. Elegirlas en pareja, como si de cualquier otro juguete sexual se tratase, forma parte del encanto.

Antifaz como complemento

No es que nos haga falta ni sea de necesidad para disfrutar de la experiencia pero, como complemento estrella para tus noches de sumisión tenemos el antifaz. Agregando morbo y excitación al asunto, son muchos los colores y modelos que tenemos disponibles para hacer de nuestras noches habituales un círculo de pasión.

¿A qué edad puedo comenzar con el bondage para principiantes?

No existe una edad para meternos al bondage para principiantes. Como cualquier otro juego que se hace en pareja lo ideal es que ambas partes estén de acuerdo y tengan ganas de disfrutar de una nueva experiencia. En ocasiones nos centramos demasiado en si somos muy mayores o jóvenes para algo olvidándonos de lo que realmente importa.

Gracias a la variedad de manuales que encontramos en el mercado podemos ir con toda tranquilidad sabiendo que estamos en buenas manos. A esto, si además le agregamos la experiencia que pueda tener una de las partes de la pareja (algo que gusta a la muchos de los individuos que empiezan) el disfrute es mucho mayor.

En el bondage para principiantes, como en cualquier otra práctica sexual que se precie, el fin único es pasarlo bien en pareja. Andar todos los caminos en la búsqueda del placer mientras esto se haya hablado previamente no solo nos da la oportunidad de disfrutar más con nuestro compañero/a sino que también nos abre otros horizontes.