Si cada mujer es única y no puede compararse a otra que hayas conocido, los tipos de vulva existen para definir cómo es esta parte de su órgano sexual en la que debemos poner todo nuestro interés. Cuanto más sepamos sobre ella (tanto nosotras como nuestra pareja sexual) mayor será la capacidad de provocar placer que tengamos.
Aunque existen maneras muy diferentes de llegar al orgasmo (y no todos son a través de nuestra vagina) lo cierto es que conocer el universo de nuestro sexo da un abanico mucho más amplio a la hora de practicar posturas que nos den el máximo placer disponible o que incluso nos descubra algo nuevo.
¿Qué es la vulva?
Por evidente que pueda parecer la respuesta, seguimos encontrando personas que no saben qué es la vulva ni cuáles son sus partes. La entrada de ésta, que es básicamente el principio del órgano, es lo que define al término. En cualquier caso, aunque no haya dos iguales, debemos saber que todas tienen lo mismo.
Tipos de vulva, ¿cuál es la mía?
Una vez que sabemos cuáles son las partes del órgano femenino y la manera en la que nos puede ayudar respecto al placer, lo siguiente que vamos a ver son los tipos de vulva y la manera en que éstas se comportan frente al orgasmo. Muy diferentes entre sí, desde la más básica hasta la más compleja se puede abrir un mundo aparte:
Vulva de ojo cerrado
También conocida como la “vulva barbie” estamos ante uno de los ejemplos más deseados en lo que a genital femenino se refiere. Gracias a su estética y que para muchas simboliza la perfección respecto al resto de tipos, las mujeres conocen perfectamente cuál es e imaginan la cantidad de juegos que se le puede dar.
Nada más lejos de la realidad, este tipo es el que menos se ve. Por su parte, a la hora de proceder al estímulo y ganar el orgasmo debemos estar muy concentrados para que la experiencia sexual sea plena. Además de la estimulación manual, el 99% de las chicas escoje “la cuchara” como postura perfecta para cumplir sus deseos.
Vulva buñuelo
Bastante similar a la anterior, dentro de los tipos de vulva que gustan a las mujeres y que son las que querrían tener ésta estaría en un segundo lugar. Con los labios carnosos y mullidos, da la sensación de que tenemos un órgano con muchos secretos por descubrir y dispuesto a varias opciones de placer.
Al igual que ocurre con el de ojo cerrado, las zonas erógenas están escondidas y debemos poner especial dedicación para que la mujer llegue al orgasmo y sienta que la relación sexual que está teniendo es de lo más placentera. La postura de la cuchara invertida suele ser la que más gusta de todas.
Vulva mariposa
De todas las que vamos a ver, la vulva mariposa es la más común de la anatomía femenina en su plenitud. Con los labios interiores mucho más grandes y que llegan a sobresalir junto con los exteriores, lo cierto es que estamos ante uno de los modelos que mayor complejo da a las chicas y con la que sienten vergüenza.
En cualquier caso, a la hora de hacer un estímulo, tenemos el punto U al descubierto y el acceso al clítoris bastante marcado. De esta forma, lo que se presenta como un ejemplo que no convence, está lleno de caminos para que el orgasmo femenino sea el último eslabón del placer. ¿Es esta la tuya?
Vulva tulipán
Como su nombre indica estamos ante esos tipos de vulva que tiene forma de flor recién salida del capullo y donde todo es belleza. Esto, que ocurre gracias a que los labios interiores sobresalen un poco junto con los mayores, da mucho juego a la hora de practicar sexo aunque no siempre sepamos la manera en la que hacerlo.
La estimulación manual o que se hace a través de juguetes sexuales es una de las grandes favoritas cuando hablamos de éste modelo. Gracias a que lo tenemos todo al descubierto (no como en el caso de la vulva Barbie) el acceso es mucho más sencillo. La postura de la H, dentro de todas esas que podemos hacer, gana como gran favorita.
Vulva flamenca
La forma de la vulva flamenca es de lo más particular. Casi como en forma de espiral, nos encontramos con un auténtico terremoto de formas que, lejos de ser fea o resultar extraña, nos pone delante de una estética curiosa y que provoca mucha expectación. Los labios menores, superpuestos por encima de los mayores, es una de sus características.
Con una estimulación directa del clítoris (algo que podemos hacer desde cualquier postura que se nos ocurra) alcanzar el orgasmo no será un problema. La montaña mágica o el misionero se alzan como las grandes favoritas a la hora de practicar sexo pero, ¿te has planteado hablar con tu pareja sobre lo que te gusta?
La llama olímpica
El clítoris cubierto por un capuchón (como si del prepucio del pene hablásemos) es uno de los rasgos más claros en este tipo de vulva. Éste, al estar más escondido que en los casos anteriores, necesita poder descubrirse de forma manual para expresarse en su máximo grado de uso y disfrute.
La tradicional postura del misionero sirve como ejemplo de aquellas que nos provocan mayor placer y excitación. En cualquier caso, resulta positivo que la chica toque su clítoris mientras su pareja sexual la embiste. El placer que ambos pueden provocar sobre la mujer es lo que define un encuentro marital satisfactorio.
Vulva herradura
Fiel al dibujo que tenemos arriba, la vulva herradura dispone los labios menores sobre los mayores desde la parte superior. El dibujo que hacen, similar al de este objeto, consigue que todas las partes del genital se puedan ver perfectamente y consigamos así saber sin mucho esfuerzo dónde nos encontramos.
Una vez más, la estimulación del clítoris en sus diversas formas es lo que consigue que la mujer tenga un orgasmo cargado de fuerza. Sin embargo, cuando queremos llegar a él a través de una postura donde juega nuestra pareja, lo ideal es que la penetración sea lo más centrada posible y sin desviarnos del objetivo.
Vulva ostra
Conocida también como la vulva cisne, aquí el clítoris lo tenemos bastante visible y dispuesto para conseguir nuestra expectativa final. Caracterizada como uno de los ejemplos más bonitos y perfectos en lo que a tipos de vulva se refiere, las chicas que la tienen se muestran casi siempre contentas con su forma.
Con mayor facilidad de excitación, gracias a lo descubiertas que están todas las partes del sexo, cualquier roce con precisión puede conseguir un estímulo directo sobre el órgano y hacer que podamos disfrutar mucho más de la experiencia en cuestión. Las posturas que mejor vienen para este ejemplo son aquellas en las que la mujer tiene libertad de movimiento o lleva el mando de la situación.
Partes de la vulva
Cabeza del clítoris
También conocido como glande del clítoris (en referencia al pene del hombre) ésta es la parte visible de esa zona sexual de la mujer que provoca mayor placer. Aumentando de tamaño en la excitación, nuestra pareja podrá verlo fácilmente y conocer cuáles son los ciclos que necesitamos para llegar al orgasmo.
Conductos parauretrales
Como punto que inicia el recorrido hacia el interior de la vulva, los conductos parauretrales están localizados alrededor de la uretra, a ambos lados y un poco más abajo del orificio externo. Conocidas también como las glándulas Skene forman un elemento fundamental a la hora de hablar del orgasmo.
Labios exteriores
De mayor volumen que los labios interiores, éstos recubren la vagina de forma que le hacen una capa protectora. Todos los tipos de vulva que conocemos los tienen y, aunque a veces no se toman demasiado en cuenta, pueden funcionar como elemento sexual y mejor vinculado al orgasmo de lo que pensamos.
Apertura vaginal
Bajo los labios exteriores vemos cómo la apertura vaginal abre paso a esa parte de nuestro órgano sexual que todos conocemos. Iniciando el recorrido que debemos hacer si queremos descubrir la parte interna de la vulva, cada mujer la tiene de una forma distinta aunque todas (a nivel estructural) vienen a representar lo mismo.
Monte de Venus
Lo que durante años se miró como un mito de la anatomía sexual femenina, forma una parte fundamental de nuestro sexo. Visto en todos los tipos de vulva, nos encontramos ante una prominencia redondeada de tejido graso que cubre el hueso púbico. Completamente visible, durante la pubertad se llena de vello como señal al desarrollo de la mujer.
Tronco del clítoris
Volvemos al clítoris y otra de sus partes visibles. El tronco, que es una parte pronunciada y que está justo debajo del famoso Monte de Venus, nos dice que este “pequeño botón” ofrece mucho más de lo que deja ver. Con una longitud de hasta ocho centímetros hacia dentro, éste es uno de los elementos que se utiliza como puerta al orgasmo.
Frenillo
El frenillo de la vulva nos ayuda a sujetar los labios menores. Dispuesto de forma que los pueda conducir, como muchas otras entradas nos hace de guía en el camino que conduce hasta los secretos del órgano sexual. Una vez más todos los tipos de vulva lo tienen pero éste se puede partir durante los esfuerzos del parto.
Apertura uretral
Debajo de los conductores uretrales y dispuestos en el otro lado, la apertura uretral nos indica una entrada hacia esa parte que separa el clítoris del frenillo. Con gran importancia a la hora de provocar placer, en ocasiones pasa bastante desapercibido a razón de que no se habla de ésta como de otros puntos del conjunto.
Punto U
Sin confundir con el punto G, el punto U ha causado mucha expectación. A pesar de que se llegó a creer que no lo tenían todos los tipos de vulva, lo cierto es que conforme se ha estudiado sobre él, más se ha sabido en base a los beneficios. Elemento clave a la hora de llegar al orgasmo (o al menos a alguno de ellos) todo lo que experimentemos a su alrededor puede descubrirnos mundos de los que no sabíamos.
Labios internos
Hermanos de los labios externos, éstos son los que se encuentran en el interior de la vagina formando conjunto con otras partes. De menor tamaño, se muestran bastante sensibles a la hora de ganar excitación y, si no se estimulan con la suficiente destreza puede llevarnos a una experiencia dolorosa.
Horquilla vulvar
Conocida también con el nombre de introito, la horquilla se encarga de segregar los diferentes fluidos de la vagina cuando hay excitación. Parte fundamental en todos esos pasos que debemos dar para llegar al orgasmo, sin duda debemos estudiar sobre la misma para que esa experiencia sexual sea de lo más placentera.
Perineo
La membrana que separa el ano de la vagina es lo que conocemos como perineo de la mujer o suelo pélvico. Vital a la hora de provocar placer sexual, todo dato que tengamos sobre el mismo nos ayudará a dar con una relación marital placentera y con la que seguramente querremos repetir.
Las partes de la vulva ofrecen un conocimiento bastante más concreto sobre lo que es la anatomía femenina y el tipo de placer que se le puede dar. A pesar de que ninguna mujer es igual a la que tiene al lado, cuando sabemos un poco mejor qué es lo que la define, el camino hacia la satisfacción es mucho más fácil.
¿Tienen todos los tipos de vulva capacidad de llegar al orgasmo?
Si, cuando hablamos de tipos de vulva lo único que queremos denotar es que no todas son iguales y, dependiendo de las formas, lo que esté al descubierto e incluso el tamaño que tenga estaremos ante un ejemplo u otro distinto. Esto, a la hora de encontrar placer o de provocar un orgasmo no tiene nada que ver.
Cada órgano sexual tiene sus propias medidas y formas pero no con ello estamos diciendo que sea menos que cualquier otro que ya hayamos visto. De la misma forma que dos mujeres no tienen el rostro calcado, tampoco podemos pensar que hay dos vaginas que se disponen de la misma manera. ¿Sabes la cantidad de mundos que te quedan por descubrir dentro del sexo?
Comunicación sexual, la clave para llegar al orgasmo
Lejos de pensar en los tipos de vulva y cómo estos nos facilitan el camino hacia el orgasmo, existen muchas otras cosas que debemos valorar a la hora de una relación sexual y los objetivos que nos marcamos con ella. Los encuentros, que están hechos para disfrutarlos y poder recordarlos tiempo más tarde no se basan solo en las cualidades físicas.
La comunicación sexual, con independencia de cuál sea nuestro sexo, sexualidad, experiencia u orientación, es la clave para que dos o más personas (en el caso de que dicho encuentro sea a partir de tres) puedan sentir al máximo lo que es el deseo y la sensación continua de placer. A continuación, para que lo veas más claro, te dejamos con algunos tips fundamentales:
El sexo no es solo físico
Cuando tenemos pareja estable cualquier relación va mucho más allá del término sexual o del encuentro en sí. En esta situación la comunicación con el otro tiene que ser fluida hasta el punto en que sepan exactamente qué es lo que quieren en la cama, la manera en la que disfruta y si hay posibilidad de probar algo nuevo.
Estas con tu pareja, esa que has elegido para compartir determinadas partes de la vida y, aunque una relación sexual no deja de ser un encuentro físico entre dos o más personas, aquí se une el particular de que tenemos la confianza necesaria para poder hablar abiertamente de aquello que queremos. ¿Has probado a hacerlo?
Fuera tabúes
Hablar con el otro hace que se nos quiten los complejos, sepamos más sobre lo que verdaderamente nos gusta en la cama y además, ayuda a nuestro compañero a guiarse en lo que tiene o no tiene que hacer. Visto desde la perspectiva del conocimiento, dejar que el otro “adivine” lo que queremos o no también resulta egoísta, ¿no crees?
La comunicación, que se establece como base para que cualquier relación funcione (con independencia del sexo) también tiene que estar en nuestros momentos de alcoba como manera de poder disfrutar del encuentro. Aquí, ni los tipos de vulva, ni el tiempo que tardemos en llegar al orgasmo o derivados deben de ser un problema.
Abiertos al debate
¿Alguna vez has hablado con tu pareja de manera clara y extensa? Abrir un debate sexual con el otro puede ser la manera de encontrar la solución a esas cosas que no te terminan de gustar o que te gustaría empezar a hacer. Si lleva tiempo contigo entendemos que la comunicación no solo existe sino que forma una parte importante de vuestra relación desde que os conocéis.
Un debate, como bien sabemos, nos da la oportunidad de saber qué puntos en común tenemos con el otro, la manera en la que hay cosas que ya estamos abiertos a probar o si estamos haciendo X bien o Y mal. Sin miedo ni tapujos debemos hablar alto y claro de lo que queremos, ¡verás como todo se hace más fácil!
Decir lo que NO nos gusta
Aunque nos encontramos en pleno siglo XXI, son muchas las personas que todavía no se atreven a decir al otro qué les gusta, cuáles son sus preferencias pero sobre todo qué es lo que no quieren hacer bajo ningún concepto. Hablar, como puente a conocernos en la cama, también recoge esos puntos que no nos satisfacen y debes ponerlos sobre la mesa.
Sin comunicación no existe la posibilidad de decir al otro qué es lo que nos apetece hacer y qué es lo que no pero, cuando la tenemos evitamos decir los puntos negativos para que el otro no se enfade es el peor de los errores que podemos cometer. Dicho esto, ¿Cuándo vas a comenzar a ponerte en serio con el tema?
No hagas lo que no te apetece
Cuando estamos en pareja hay aspectos de nosotros en los que tenemos que ceder para que la armonía siga dominando nuestra relación. Detalles tan mínimos como ir a un concierto que no te gusta porque al otro le apetece o una reunión de amigos que no es lo que quieres en ese momento, son cosas de todos.
Sin embargo, cuando hablamos de sexo o juegos que realmente no queremos hacer, la cosa cambia bastante. Siempre que haya algo que no nos gusta o con lo que nos sentimos demasiado incómodos debemos comunicarlo al otro. Bajo ninguna medida la pareja debe tratar de “convencer” puesto que nosotros ya dimos nuestra negativa. ¿Comprendes cuál es la diferencia entre ambas cosas?
Los tipos de vulva, después de todos los puntos que hemos visto en el artículo, no tienen nada que ver con la posibilidad de llegar al orgasmo o no. Como hemos podido comprobar, si no hay comunicación entre dos personas se hace mucho más complicado cualquier alternativa de placer e incluso con el tiempo, esto se puede volver en nuestra contra. ¡No dejes que pase!