Más allá de lo recurrente que es el sexo anal en la pornografía, en realidad se trata de una práctica sexual muy estimulante, pero que conlleva ciertos riesgos y no pocos tabúes asociados. Aquí tienes una serie de consejos para hacer de la penetración anal una nueva vía de disfrute de tu sexualidad.

Puntos importantes sobre la penetración anal

La lubricación

No es ninguna obviedad, pero el ano no es como una vagina: no existe una lubricación natural en esa zona del cuerpo. La sensación de fricción es muy superior, por lo que normalmente el que penetra siente un placer muy intenso... pero la parte penetrada puede sufrir mucho dolor.

Aunque la penetración anal sea una práctica sexual muy antigua (común entre los antiguos griegos, de ahí su "sobrenombre"), para poder realizar sexo anal sin dolor es preciso lubricar bien la zona con algún lubricante anal base de aceite (si la penetración se va a realizar con el pene) o a base de agua (si se va a preparar la zona con un consolador o joya anal).

La musculatura

Sí, el ano es un músculo (concretamente, uno de los más de cincuenta esfínteres de nuestro cuerpo), que se contrae y se dilata… pero no a voluntad. Uno de los principales problemas asociados a la penetración anal es el dolor: si el esfínter anal no se encuentra lo bastante relajado, el dolor puede ser muy intenso, en especial cuando se realiza sexo anal por primera vez.

Es recomendable contar con juguetes anales para ir entrenando la zona: es como un deporte necesario para conferir al ano la flexibilidad óptima para el acto. Además, todos tendemos a contraer el ano de forma natural, por lo que el juguete sexual también servirá para practicar la relajación anal.

La higiene

Y no, en aquella época no había preservativos. La higiene en el sexo anal es fundamental, ya que en el recto existen muchas bacterias; será preciso lavar con abundante agua y jabón antes de comenzar.

Por no hablar de lo extremadamente sensibles que son las paredes del recto, que se pueden rasgar fácilmente durante la penetración anal y pueden ser una vía de contacto de fluidos en el torrente sanguíneo… con el consiguiente riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual.

¿Cómo hacer sexo anal sin dolor?

Preparad la zona y relajaos

Antes de abordar esta cuestión, debemos dejar claro que, aunque te pueda parecer de risa, no todos los anos son iguales. En especial, hablamos de la flexibilidad y elasticidad muscular de la zona, la cual normalmente no es que sea muy alta.

Debes aprender a mandar sobre tu cuerpo, y a inhibir el instinto que te apremia a contraer el ano cuando entra en contacto con algún "objeto extraño": es fundamental el usar un lubricante anal de base acuosa o de silicona, y algún dildo anal (o consoladores, plug, joya, bolas chinas…), combínalos y comienza a entrenar despacio y a tu ritmo.

Utilizad preservativos

Muchas parejas estables prescinden del preservativo para sus relaciones vaginales, lo cual confiere una sensación más placentera a la relación. Se puede entender si el número de parejas sexuales está controlado, existe la confianza suficiente como para no exponerse a ETS, o si la pareja ya adopta alguna otra medida anticonceptiva.

Bien, pues en el sexo anal no se debe aplicar la misma lógica: la penetración anal conlleva una serie de riesgos que no se pueden obviar, y será muy recomendable protegerse con preservativos para evitar todos los problemas que mencionamos antes.

Existen preservativos especialmente diseñados para el sexo anal (con resistencia extra): la propia fricción podría conllevar que los preservativos destinados al sexo vaginal se acaben rompiendo, ya que suelen ser más finos.

Controlad el ritmo de la penetración

Cuando llegue el momento de realizar la penetración anal en pareja, deberéis tener en cuenta el ritmo de la penetración: aquí tampoco conviene extrapolar lo aprendido de los coitos vaginales, porque el resultado podría ser muy doloroso.

Os recomendamos ir despacio, empezar poco a poco e ir subiendo el ritmo siempre a demanda de la parte pasiva: a veces un pene muy ancho podría dificultar la tarea, ¡así que la parte activa se tendrá que armar de paciencia!

Elegid la mejor postura

Normalmente, la "postura del perrito" (a cuatro patas) es la mejor para el sexo anal para principiantes, puesto que favorece el ángulo de la penetración: no recomendamos iniciarse en el sexo anal con "posturas de fantasía", al menos hasta que hayáis acumulado algo de experiencia y control.

El sexo anal puede ser una práctica sexual realmente placentera tanto para los hombres como para las mujeres: si vais a adentraros en esta práctica, tened siempre a mano lubricante, preservativos y juguetes dilatadores. Tened paciencia, comunicaos y entrenad la zona adecuadamente, y podréis disfrutar de una intimidad de pareja más completa y estimulante.