Todas las parejas tienen sus fetiches con los juegos de rol y con el sadomasoquismo. Aunque muchos lo vean como algo atroz, donde sienten mucha curiosidad pero les aterra intentarlo. 

Lo que muchos no saben es que, existen muchas técnicas donde aprenderán que practicar lo sado no siempre son golpes y dolor, sino que dentro de este mundo, podemos encontrar unas técnicas más relajadas para comenzar, donde el placer y el erotismo serán los protagonistas. 

Si tú pareja y tú ya han tomaron la decisión y se animaron a practicar el sadomasoquismo, deben empezar con cosas suaves. 

La palabra sadomasoquismo viene de la conjunción de los términos sadismo y masoquismo. Por un lado, el sadismo o sado significa la obtención de placer por medio de la realización de actos de dominio o de crueldad. Este disfrute puede ser sexualmente natural y consentida por la persona sometida. 

Por otra parte, el masoquismo, es la obtención de placer a través de los actos de dominio y crueldad realizados por una persona con la que se mantenga algún vínculo emocional. 

Las particularidades fundamentales del masoquismo que lo distinguen de los distintos tipos de sumisión es la algolagnia, lo cual es, la mezcla ocurrida entre el dolor y el placer. 

Un juego erótico más que un acto violento

Es realmente importante aclarar esto, el sadomasoquismo, sobre todo en Europa, es una práctica bastante común, donde se trata más de un juego erótico que de un acto de violencia, y esto es algo que se debe tener claro antes de adentrarse. 

Lo que conocemos como juego de roles. En el sadomasoquismo cada uno de los participantes juega el papel que más le agrade y la por supuesto, la agresividad es mas psicológica que física. Hay insultos, hay gritos, hay humillación, pero los golpes suelen ser fingidos y, generalmente, son suaves. 

Los dos protagonistas tienen que entrar a esta actividad voluntariamente y, al finalizar la sesión, siempre debe seguir la amistad, el amor y la comprensión. 

Practicar el sado no es algo sencillo

Practicar el sadomasoquismo no es algo sencillo y requiere tomar ciertas medidas de precaución que son realmente importantes. 

El sado no se trata solo de castigar, excitar con léxico sádico y tosco en medio de la actividad o esparcir parafina en el cuerpo desnudo de la otra persona. Es indispensable saber de anatomía e incluso de primeros auxilios, así como también cuidarlas zonas sensibles del cuerpo. 

Debes saber que no todos los fetiches funcionan, que te puedes encontrar con cosas que te desagradaran, que te asquearan o que te harán pensar que eres un animal. Solo identifica cuáles son tus limites y los de tu pareja y habladlo muy bien. 

No es algo malo que te guste ser dominado, ser una dominatriz (dominatrix) o una mistress, pero si es algo erótico.

No entres en pánico por esto, entender esta parte oculta de ti mismo te llevara a conocerte mejor y a explorar tu sexualidad y la de tu pareja. No seas prisionero de tus más oscuros deseos, recuerda que tu apetito o imaginación libidinosa debes dejarla fluir, no asfixiarla, ni taparla sino liberarla. 

Trucos para adentrarte en el mundo del sadomasoquismo sin huir en el intento

Los participantes deben estar de acuerdo con la situación: Y tenerse suficiente confianza entre sí. Existe una o más “palabras de seguridad”, la cual es aquella que cuando tu o la persona con la que estas la mencionen, sin importar lo que estén experimentando o esté ocurriendo deben parar de inmediato. 

No tienes porque hacer algo que no quieras: Es importante que antes de comenzar, deben platicar acerca de qué y cómo se harán las cosas, los limites de cada uno, sus miedos y enfermedades (por ejemplo, cardiacas). 

Reglas: En todo momento se deben tener presentes las 3 reglas principales más importantes: sano, sensato y consensuado. 

Roles: luego deberán repartir los roles, quien va a ser el dominante (el que planeara todo y lo llevara a cabo) y quien será el sumiso (quien deberá dejarse llevar y apoyar).

Juguetes eroticos: Imaginamos que lo primero que te viene a la mente en este momento son los zapatos de tacón enterrados en la espalda, látigos y todas las cosas que torturen, cuando realmente no es necesario empezar de esta manera.

Los juguetes dependerán de los gustos de cada uno. Para empezar puedes comenzar por comprar unas esposas para sado, un látigo blando o realizar tus propios juguetes, con sogas (ideales para el bondage), mordazas y vendas para los ojos, deja que tu imaginación haga el trabajo. Incluso electroestimulación para sado, donde hay una gran variedad de productos como estas anillas de electroestimulación para sado más intenso.

Inspiración: Para inspirarte puedes optar por leer algunas novelas eróticas con escenas sado, que te ayuden a crear en tu imaginación algunos escenarios con juegos de atar, vendar los ojos, cosquillas, para que los pongas en práctica. 

Realismo: No trates de poner en práctica castigos o posiciones que hayas visto en internet, películas o revistas. Hay cosas que requieren de suma preparación y experiencia, por lo que no conviene arriesgarse. 

¿Hasta qué punto quieres implicarte?

El sado se puede vivir desde distintos aspectos. Una de ellas, como sabemos es un agregado a la sexualidad convencional donde hay órdenes, humillación, dolor y dominación física. 

Por otro lado, nos encontramos con una parte que sería la vivencia solo por medio de las prácticas. En este aspecto, es importante que cuando se realice la práctica se conozca muy bien cuáles son los limites de cada uno y que la otra persona te genere bastante confianza. 

Para sumergirse en el universo del sado, se debe conocer perfectamente los límites de cada uno. Para lograr vivirlo dese el placer, desde la intensidad y siempre que no se sobrepase de las posibilidades físicas y psicológicas de cada uno. Para esto, se necesita mucha empatía y mucha confianza

En conclusión, puedes tener experiencias dentro del sado, que es una práctica no convencional por medio de detalles pequeños que agreguemos a nuestra vida sexual cotidiana (ordenes, azotes, juegos de roles, etc.), a través de únicamente viviendo las practicas con tu pareja, puedes llegar a modificar tu estilo de vida y tu relación.