Todos sabemos o intuimos más o menos las diferencias entre tener sexo y hacer el amor, ya que sea con una misma pareja o bien varias nos hemos encontrado con actos sexuales muy diferentes, y a veces la diferencia parece cosa de magia y de conexión. Aquí te damos varias claves para que aprendas a distinguirlas:

1-Sentimientos hacia tu compañero de juegos:

Es la más importante de las diferencias, el nivel de profundidad de los sentimientos que nos despierte nuestra pareja determinará que el acto se pueda definir más como hacer el amor o solamente sexo. Cuando lo que sentimos es más profundo la expresión de nuestro cuerpo va a ser también más profunda, y más superficial en el caso contrario.

2-Búsqueda de placer:

Cuando hacemos el amor nuestro objetivo va más dirigido a buscar el placer de nuestra pareja y ayudarle a que alcance el éxtasis y al tener sexo la búsqueda del placer del otro es sólo un medio para alcanzar nuestro placer, que es el que guía todas nuestras acciones. Además al hacer el amor el placer de nuestro compañero hará que aumente  indirectamente el nuestro sin estimulación extra, y al inrevés no sucede ya que el motor es la búsqueda del placer individual.

3-Tiempo del acto sexual:

Al hacer el amor los tiempos aumentan, ya que el tiempo dedicado a los preliminares, a las caricias, al juego continuo y a las miradas de nuestra pareja hacen que el tiempo se pare y nos deleitemos y entretengamos en esos pequeños gestos, pues el objetivo de expresar nuestros sentimientos es mayor que la necesidad de satisfacción sexual. Por el contrario, al tener sexo, los tiempos de preliminares se acortan, ya que tienen la finalidad de generar una excitación progresiva para alcanzar el coito y logrado el objetivo no se alarga la estimulación.

4-Lenguaje:

Cuando hacemos el amor expresamos no sólo con caricias, sino que usamos también nuestro lenguaje para expresar en promesas de amor aquello que estamos sintiendo. Así pues, este lenguaje ayuda a alcanzar un nivel de profundidad y de espiritualidad mayor que al tener sexo. Al tener sexo, abunda el lenguaje directo y excitante, con frases menos personalizas y vocabulario más soez.

5-Orgasmos:

Debido a la intensidad emocional, al llegar el orgasmo la persona se deja más llevar y se libera más, por lo que el orgasmo que sobreviene suele ser vivido de manera más intensa y es expresado de una manera más liberadora, como querer agradecer a tu pareja gritando al mundo el placer que te ha proporcionado. En cambio, al tener sexo tenemos y sentimos una gran liberación pues la tensión sexual es alta pero suelen ser más cortos y explosivos, pero menos intensos.

6-Desempeño de roles sexuales:

Es más fácil desempeñar otros roles u otros papeles cuando tenemos sexo que cuando hacemos el amor, ya que al tener sexo podemos tener mayor despersonalización y cuando hacemos el amor necesitamos una conexión profunda que nos haría salirnos continuamente del papel a actuar.

7-Uso de juguetes eróticos:

Hay juguetes eróticos que van más dirigidos a disfrutar en pareja haciendo el amor y otros para tener sexo pues animan a probar nuevas tendencias sexuales no tan centrados en la espiritualidad sino en el sexo como algo físico. Mientras para hacer el amor nos pueden ayudar cosas como aceites, cremas de masaje, kits de masaje, pintura corporal, lencería más elegante afrodisiacos y  juegos eróticos de mesa.

Para tener sexo más puro nos ayudará la línea BDSM, los kits de juguetes, la selección masculina, vibradores y juguetes anales.   Desde mundo erótico opinamos que hay un sexo para cada ocasión y si tienes la suerte de tener una unión sentimental fuerte con alguien, puedes alternar el estilo que os apetece en cada momento, escogiendo los accesorios que os pueden ayudar en cada ocasión. No renuncies a probar!